Muchas son las publicaciones tanto escritas como en versión online que hablan sobre las cualidades y aptitudes, además de actitud, que debería poseer el considerado como el “buen directivo”. Algunas de estos escritos han podido generar en algún momento cierto estado de frustración en los jóvenes ejecutivos o aspirantes a directivos, que no se sientan identificados con los rasgos y actitudes que requiere la tarea de dirigir a un equipo de personas para un objetivo común.
Algunos de estos rasgos y cualidades, que coinciden en resaltar numerosos autores que se han lanzado al estudio del tema, son la conveniencia de que el directivo posea unas dotes de estratega competente, sea un organizador clarividente de los recursos, diseñe eficazmente las políticas de dirección, adelantándose a lo que vendrá, con una visión futurista de los negocios y presumiendo de unos valores claros y principios consistentes para promulgar y sostener la cultura corporativa de la compañía, aplicarla y fortalecerla en el tiempo.
Obviamente, el “buen directivo” deberá presumir de una sólida base técnica que le permita afrontar con un amplio bagaje y conocimiento el desarrollo de sus tareas, una especie de “almacén científico” en el que se recojan y compilen numerosos conocimientos financieros, de idiomas, producción, comerciales, de economía y también jurídicos.
Hemos dado unas pinceladas de las principales cualidades que algunos autores consideran que debe poseer el directivo de nuestro tiempo. Ahora te toca a ti opinar y servirte de tu experiencia para sugerir unas o corregir otras a las que hayamos hecho referencia 😉